Los padres del menor dijeron que hacía berrinches cada vez que alguien trataba de impedirle que encendiera otro cigarrillo.
El psicólogo Seto Mulyadi, quien tomó al niño a su propia casa como parte de los esfuerzos de rehabilitación, dijo que Aldi Rizal ha dejado de pedir cigarrillos.
El especialista señalo que Aldi adquirió el mal hábito porque prácticamente todos los hombres en su aldea de pescadores, en el sur de la provincia de Sumatra, fuma.
El niño dejó de tener el impulso por fumar cuando fue retirado de ese ambiente y se le ofrecieron muchas actividades, como juegos y dibujar, dijo el psicólogo.
El padre de Aldi le dio su primer cigarrillo cuando tenía apenas 18 meses de edad, dijeron sus familiares.
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